¿porque "amor al caos"?

Habituados a una forma de vida a la cual fuimos educados, y de la cual no renegamos, hemos aprendido a llamarla normal, generación tras generación, adaptándonos a los pequeños o grandes cambios que se den en el camino o en los intereses de los creadores de esta cotidianidad, aunque renueven lo que ya no les parece de su mundo, aunque afecten a muchos mas de los que benefician, nosotros nos adaptamos con muy poco tiempo y basta un poquito mas de tiempo para verlo como algo habitual, olvidamos pronto lo que paso antes y creemos que siempre fue así. Aunque sepamos lo que pasa, seguimos tropezando con la misma piedra, piedra que ya parece montaña, que es inevitable no verla venir, o más bien nosotros vamos hacia ella, y caemos de nuevo, y ya cansados de caer, nos ahorramos el levantarnos y caminamos a gatas, pero sin evitar el nuevo tropiezo. Es curioso que los que nos hacen caer son muy pocos, y los que caemos somos grandes masas, pero los juzgamos, porque no los vemos como el problema, y confiamos en sus palabras y en sus apodos como diría el señor Woodrow Wilson, el “nuevo orden mundial”. Este orden que les ha salido muy bien, donde muy pocos se dan cuenta de la realidad, donde aun menos se quejan, y donde absolutamente nadie mas que ellos pueden cambiar algo, como no aceptarles la palabra de orden, un orden establecido con enajenación y a la fuerza, donde quien intenta hacer un desorden acaba cavado o encerrado. Es a este orden al que uno termina por odiar, por intentar cambiarlo por algo mejor donde el dinero no sea un valor, el sistema un temor, el vivir una agonía, la justicia un lujo, y en pocas palabras todo lo contrario, y lo contrario de “odio a este orden” es “amor al caos”, al caos que lo hará caer. No importa que así se le denomine a lo que atente contra este orden, sino que un día se vea esto cambiar, y por lo mientras hay que hacerles el caos